Calas

Las calas, con su elegancia y simpleza, han conquistado corazones y hogares alrededor del mundo. Originarias del sur de África, estas plantas han trascendido su habitat natural para convertirse en un símbolo de sofisticación en la decoración interior. Conocidas también como lirios de agua o alcatraces, las calas dentro de casa requieren atención y cuidados específicos para mantener su belleza y salud.

Cómo cuidar las calas en casa

El cuidado adecuado de las calas en casa comienza con entender sus necesidades básicas. Estas plantas disfrutan de una luz indirecta que simule su entorno natural y requieren un sustrato rico en nutrientes que facilite un drenaje efectivo. El riego debe ser regular pero sin llegar a encharcar la tierra, manteniendo siempre una humedad constante en el ambiente. Además, es fundamental proporcionar un abono balanceado durante su etapa de crecimiento.

Al ser plantas que prefieren temperaturas moderadas, es importante evitar exponerlas a cambios bruscos, que pueden ser perjudiciales para su desarrollo. Las calas prosperan en un rango de temperatura que oscila entre los 14 y 20°C. Durante el invierno, se recomienda reducir el riego y la fertilización para permitir que la planta entre en un periodo de descanso.

Para que las calas florezcan bellamente, es necesario replicar en la medida de lo posible las condiciones de su hábitat de origen. Esto implica cuidarlas con mimo y dedicación, prestando atención a las señales que la planta nos brinda a través de sus hojas y flores.

Dónde colocar una cala

La ubicación es un aspecto crítico en el cuidado de las calas. Estas plantas deben situarse en un lugar donde reciban luz indirecta, evitando la luz solar directa que puede quemar sus hojas. Un espacio cerca de una ventana donde se filtre la luz o incluso un poco retirada de la fuente de luz principal es ideal.

Además del aspecto lumínico, es importante considerar la temperatura y corrientes de aire. Las calas no se llevan bien con los cambios drásticos de temperatura o las corrientes de aire frío, por lo que es aconsejable mantenerlas alejadas de aires acondicionados y calefactores.

En términos de decoración, una cala puede convertirse en un punto focal en salas de estar, oficinas o dormitorios, agregando un toque de elegancia y frescura a cualquier ambientación.

Características de las calas

Las calas se distinguen por sus espátulas blancas, amarillas o de otros colores, que envuelven el espádice, la verdadera flor de la planta. Sus hojas verdes y brillantes, a menudo con formas de flecha, complementan la belleza de sus flores.

Estas plantas pueden alcanzar diferentes alturas, desde variedades enanas que no superan los 30 cm hasta ejemplares que llegan a medir más de un metro de altura. Su versatilidad las convierte en opciones ideales tanto para ramos de novia como para centros de mesa o para dar un toque natural a cualquier rincón.

Una característica notable de las calas es su capacidad de adaptación. A pesar de ser plantas que disfrutan de humedades elevadas, han demostrado ser bastante resistentes en ambientes de interior menos húmedos.

Riego adecuado para las calas

El riego es uno de los aspectos más delicados en el cuidado de las calas. Estas plantas necesitan un terreno constantemente húmedo, pero sin llegar al encharcamiento, que podría provocar la pudrición de las raíces.

Un buen método para regar las calas es verificar la humedad del sustrato insertando un dedo en la tierra. Si los primeros centímetros están secos, es momento de regar. Durante la época de crecimiento, esto puede significar regar un par de veces a la semana, mientras que en invierno la frecuencia debe reducirse.

Es recomendable utilizar agua a temperatura ambiente y sin cal, ya que el agua demasiado fría o con excesivos minerales puede afectar la salud de la planta.

Cómo abonar una cala en interior

Para que las calas se desarrollen en todo su esplendor, es importante proporcionarles un abono adecuado. Durante la temporada de crecimiento, se recomienda abonar cada dos semanas con un fertilizante líquido equilibrado.

Es esencial no excederse con la fertilización, ya que un exceso de nutrientes puede ser tan perjudicial como la falta de estos. Un abono rico en potasio favorecerá la floración, mientras que aquellos con un alto contenido de nitrógeno potenciarán el crecimiento del follaje.

Es importante seguir las instrucciones del fabricante del abono para evitar sobrefertilizar la planta, lo cual podría tener efectos nocivos.

Principales plagas y enfermedades de las calas

Las calas, como cualquier otra planta de interior, pueden verse afectadas por plagas y enfermedades. Los insectos más comunes son los pulgones y los trips, que se alimentan de la savia de las hojas y pueden transmitir enfermedades virales.

Las enfermedades fúngicas también son frecuentes, especialmente si la planta se encuentra en condiciones de exceso de humedad y poca ventilación. La podredumbre de la raíz y el mildiu pueden afectar gravemente a las calas si no se toman medidas a tiempo.

Para prevenir problemas, es importante inspeccionar regularmente la planta y tomar medidas como aislarla, tratarla con productos específicos o mejorar las condiciones ambientales según sea necesario.

Preguntas relacionadas sobre el cuidado de calas en interior

¿Qué significa tener calas en casa?

Contar con calas en casa es tener un fragmento de naturaleza que aporta tranquilidad y belleza. Estas plantas son conocidas por purificar el aire y mejorar el ambiente de cualquier espacio, así como por ser símbolos de pureza y rejuvenecimiento.

Además, las calas son una excelente opción para aquellos que buscan una planta de interior con significado y elegancia, siendo populares en ocasiones especiales como bodas o como regalos.

¿Cómo se cuidan las calas en casa?

El cuidado de las calas en casa implica proporcionarles un ambiente cálido y húmedo, con abundante luz indirecta y riego moderado. Es importante evitar el encharcamiento del sustrato y mantener una temperatura estable para evitar el estrés de la planta.

La limpieza regular de las hojas y el uso de abonos adecuados también forman parte de los cuidados esenciales para mantener las calas saludables y florecientes.

¿Dónde colocar una cala?

Una cala debe colocarse en una ubicación donde reciba luz natural difusa y esté protegida de corrientes de aire frío y calor extremo. Un lugar ideal podría ser una mesa o estante cerca de una ventana, pero sin exposición directa al sol.

Es vital seleccionar un espacio que complemente el estilo de la planta y que al mismo tiempo cumpla con sus requerimientos ambientales para un crecimiento óptimo.

¿Cómo se llaman las calas de interior?

Las calas de interior son comúnmente conocidas como Zantedeschia aethiopica en el ámbito científico, pero en el uso cotidiano se les llama simplemente calas o alcatraces. Dependiendo del lugar, pueden tener otros nombres populares, pero su elegancia y belleza son inconfundibles.

En decoración, se les valora por su silueta distintiva y su capacidad para adaptarse a distintos estilos, desde los más clásicos hasta los más modernos.

A continuación, para conocer más sobre el cuidado de las calas, te invitamos a ver el siguiente video:

Recuerda que, además de estos cuidados, las calas requieren atención a los pequeños detalles para florecer en todo su esplendor. Con un poco de dedicación, estas hermosas plantas pueden ser las protagonistas de tu hogar, trayendo belleza y un toque de naturaleza a tu vida diaria.

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